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viernes, 24 de septiembre de 2010

MI EXPERIENCIA EN PROPEDÉUTICO


Dios nos llama a cada uno de formas diferentes, cada uno sintiendo de forma especial el llamado del Señor a seguirlo. En el seminario me he encontrado con personas muy diferentes en cuanto a culturas, gustos, temperamentos, aficiones, formas de ser u otras cualidades, pero lo más bello de todo es que compartimos un mismo ideal; todos vamos en busca del señor, en busca de poder un día llegar a ser sacerdotes de verdad, santos y con la satisfacción de que hemos escogido el mejor camino, un camino que aunque con dificultades pero que si lo seguimos con fidelidad y alegría podremos llegar a gozar de la felicidad eterna, la felicidad que hallaremos en la vida eterna.

LA VIDA EN COMUNIDAD

Quiero compartirles un poco de mi experiencia respecto a la vida en comunidad que se maneja en el seminario. Bien sabemos que el hombre fue creado para vivir en comunidad, necesita de ella para desarrollarse, para crecer personalmente, para superarse, en definitiva la vida en comunidad es algo demasiado fundamental en la vida del hombre, lo cual implica que éste debe aprender a perfeccionarla, es decir a fortalecer los lasos de afectividad con los demás, a evitar los conflictos, hacer lo posible por vivir en armonía con todos. Es verdad que es difícil, pero afortunadamente nosotros contamos en el seminario con una ayuda especial, mejor dicho con alguien que nunca falla; Éste es Jesús. La vida en comunidad se fortalece gracias al encuentro que nosotros tengamos con el maestro, con Jesús resucitado vivo y presente entre nosotros, que en definitiva es el que nos ayuda en los momentos en que se presentan dificultades y problemas con los demás, en donde se debilita este proceso tan complejo de la  vida en comunidad, donde  es normal que se presenten los inconvenientes debido a nuestra condición de seres humanos débiles y pecadores.

En el seminario también hay dificultades y en muchas ocasiones roces con nuestros compañeros, pero déjenme decirles que todo es mas llevadero cuando tenemos un encuentro personal con Cristo, cuando nos acercamos a EL en el santísimo sacramento, esa es la manera más fácil para vivir en comunidad.

PONGAMOS ÉSTO EN PRÁCTICA. CHAO.